martes, 17 de agosto de 2010

LAS FIESTAS EN GENERAL

SUMARIO
  • Historia
  • Las fiestas en el día de hoy
  • Las cuadrillas
  • Las peñas
  • Las Sanjuaneras
  • Traje regional


Historia

Según algunos estudios, la fiesta que hoy ha derivado, por las normas e imposiciones religiosas, en el nombre de San Juan o de la Madre de Dios, tiene su origen en la celebración, en tiempos remotos, del solsticio de verano, donde ya la fiesta giraba en torno al toro, al vino y al fuego.
En el lugar que hoy ocupa la moderna plaza de toros subsistió durante toda la dominación árabe según los cronistas y apareció después ya como iglesia una pobre ermita, conocida con el título de Priorato de San Benito, bajo la advocación de Nuestra Señora del Mercado, indistintamente de la Blanca. Desde cuando no era más que una simple ermita, se celebraba una romería que con el tiempo se convirtió en la fiesta más original y más extraña que se puede imaginar.
La reseña más antigua de las fiestas se remonta a los primeros años del siglo XII. El documento más antiguo en el que son nombradas es el Fuero de Soria de 1110 en el que son tituladas como las "Fiestas de Santa María". El domingo siguiente al día de San Juan, las cuadrillas del común divididas en dieciséis barrios, cada cual con su santo titular acudían al encuentro unas de otras en el largo trayecto de la calle del Collado, y todas juntas iban en procesión hasta la puerta de la iglesia, donde les esperaba un monje vestido con los ornamentos sagrados y después se celebraba una solemne misa.

Toro enmaromado de la Cuadrilla de San Juan a la puerta del Palacio de Alcantara (1906)
Acabada la misa todos se retiraban a la Dehesa de San Andrés (Alameda de Cervantes) donde se tenían ya cocidos en calderas trozos de toro y otras viandas como pan y vino se daban a todos los vecinos asistentes, a los pobres y a los forasteros. Cada cuadrilla sacrificaba un toro que anticipadamente se traía del Monte Valonsadero, y como lo tenían en el barrio, los vecinos lo corrían enmaromado por las calles todo el día del viernes y también en la madrugada del sábado, en que le daban muerte vendiéndose á última hora por la tarde en una subasta pública los despojos. Con las sobras del domingo de Calderas y algo que se añadía, se prolongaba la fiesta hasta el miercoles en sendas romerías a San Juan de Duero, Santa Bárbara y San Polo, donde almorzaban y bailaban.
Las fiestas han ido cambiando hasta nuestros días, se han eliminado y agregado algunos actos pero la base de las fiestas es la misma. Los principales actos suprimidos son las romerías a San Juan de Duero y Santa Bárbara. Con la construcción de la plaza de toros, llamada La Chata, se prohibió correr el toro enmaromado y darle muerte en la calle. Otra tradición desaparecida era la costumbre de acudir "A ver salir el sol" la madrugada de la noche de San Juan. Se acudía al monte de Santa Ana donde se enclava San Saturio, y se afirmaba que el amanecer se producía con el astro girando sobre si mismo.


Las Fiestas en el día de hoy

Se celebran en torno al 24 de Junio coincidiendo con el solsticio de verano, comenzando siempre un miércoles y concluyendo la noche del lunes siguiente. La referencia para situar en el calendario estas fiestas es el día de la semana en el que cae el día de San Juan, si coincide en jueves, las fiestas comienzan el miércoles 23, si es cualquier otro día de la semana, las fiestas comienzan el miércoles siguiente. Estas fiestas fueron declaradas de interés turístico internacional, y tienen una gran antigüedad.


Las Cuadrillas

La ciudad se distribuye durante sus fiestas en "las doce Cuadrillas", cada una con el nombre de un Santo. Junto a la figura del toro, las Cuadrillas son las protagonistas de los Sanjuanes y proviene de la antigua distribución medieval de la ciudad, en dieciséis barrios o collaciones. Cada Cuadrilla está encabezada por los Jurados, algo así como alcaldes de barrio, que son asistidos por un secretario y los Cuatros (ayudantes de los jurados). A este cargo se llega mediante sorteo entre los candidatos presentados a cada Cuadrilla. El primer domingo de mayo, en el Catapán, los nuevos Jurados toman posesión del cargo recibiendo el simbólico bastón de mando.
Las Cuadrillas son las encargadas de proveer el toro para el Viernes, de repartir las tajadas entre los vecinos que han entrado en Fiestas el Sábado y el Domingo, de organizar los Agés, de preparar la Caldera y sacar en procesión a los santos de Cuadrilla el Lunes de Bailas. Además, desde el Viernes por la mañana, son las encargadas de dar las dianas floreadas y de animar las calles de la Cuadrilla con su charanga correspondiente.
Las doce Cuadrillas son, por orden protocolario: La Cruz y San Pedro; Santa Catalina; La Mayor; El Rosel y San Blas; Santiago; San Miguel; San Juan; Santo Tomé, San Clemente y San Martín; San Esteban; El Salvador; Santa Bárbara; y La Blanca (patrona de las fiestas). En sus orígenes fueron 16 pero algunas de ellas se fusionaron hasta acabar en el número actual. Todas ellas tuvieron su iglesia y aún se conservan algunas.


Las Peñas

Hacia la mitad del siglo XX (1956 más concretamente), comenzaron a surgir las Peñas, en ocasiones de la mano de instituciones y grupos religiosos y otras veces de grupos de amigos. En la actualidad hay seis Peñas, siendo la más antigua la Peña Poca Pena y la más reciente la Peña del Cuadro. Van identificados con chalecos de colores, cada una con su propio escudo, fajines y vestidos de blanco. Siempre van acompañados por charangas que recorren la ciudad. Tienen un espacio habilitado para ellas el Viernes de Toros en la plaza de toros y son las que ponen la música en la bajada a las Bailas y al Pregón. El Domingo de Calderas, desfilan tras las Cuadrillas, realizando una "serpiente" multicolor al son de las Sanjuaneras y en la procesión del Lunes, también acompañan a las Cuadrillas, dejando a un lado el aire festivo.
Las seis Peñas y sus distintivos son (por orden de fundación):
- Peña Poca Pena: Ropa blanca, chaleco y fajín verdes y en su escudo aparecen tres “P” mayúsculas en verde sobre un cachirulo y banderillas rojas sobre fondo blanco.
- Peña El Desbarajuste: Ropa blanca, chaleco negro y fajín rojo. Su escudo es el oficial de la ciudad de Soria, sobre fondo rojo.
- Peña El Bullicio: Ropa blanca, chaleco y fajín azules y su escudo es un capote con un toro negro saliendo de un bombo, sobre fondo azul.
- Peña Los Que Faltaban: Ropa blanca, chaleco granate y fajín negro. Su escudo es una representación de "Los Doce Linajes" sobre fondo blanco.
- Peña La Ilusión: Ropa blanca, chaleco y fajín naranjas. En su escudo aparecen el sol, una bota de vino, una cabeza de toro, un bastón de mando y el escudo de Soria, sobre fondo blanco.
- Peña El Cuadro: Ropa blanca, chaleco amarillo y fajín a cuadros blancos y rojos. Su escudo es un toro negro sobre fondo blanco.


Las Sanjuaneras


Carátula del disco de las Sanjuaneras
La música que suena durante las fiestas son las llamadas canciones sanjuaneras, un extenso repertorio que es coreado incluso en fiestas de otras regiones. Hasta su difusión en el siglo XX, en San Juan se cantaban coplas populares. En 1932, el compositor Francisco García Muñoz y el letrista Jesús Hernández de la Iglesia empiezan a crear la banda sonora de las fiestas con la canción Viva el jurao, cuyas estrofas acabarían integrándose en el pasodoble La Saca, de 1944.1 En realidad es en 1936 cuando tiene éxito la primera sanjuanera, titulada Fiestas de San Juan (también un pasodoble), que como el resto de sus composiciones será interpretada por la Banda Muncipal de Música de Soria, de la cual García Muñoz fue el primer director (desde 1932 y durante cuatro décadas).2
Pasada la guerra, los dos músicos van añadiendo casi todos los años una creación hasta que en 1965 suman ya 26 canciones, la mayoría pasodobles, aunque entre los ritmos también hay valses y jotas, que hablan de las fiestas y sus días. El repertorio de estos dos músicos cuenta con otras cinco canciones, las dos últimas de 1989. Además de estos 31 temas (recogidos en dos discos de la propia Banda Municipal en 1994 y 1995) otra canción de 1988 ha conseguido el favor del público hasta ser considerada como una especie de himno de la ciudad: Soria es la gloria de España (O Soria que linda eres, como se la llama en Soria), obra del riojano Ángel Sáez-Benito Ortega (que también dedicó a las fiestas otro pasodoble menos conocido, Mi amor Sanjuanero). A ellas se une El día del Lavalenguas escrita por C. D. Rocha y que está completamente olvidada.
Tampoco era conocida otra canción que ha sido desempolvada en el año 2010 por el Círculo Amistad Numancia y que ha sido calificada como la "primera sanjuanera de la historia". Se trata de Viva Soria, una jota compuesta en 1899 por el pianista de ese club social Damián Balsa, con letra de Mariano Granados.La pieza fue creada expresamente para una revista de la época llamada Fiestas de San Juan.
Finalmente hay que añadir las canciones (o himnos) de las peñas, algunas también muy conocidas como la del Desbarajuste.
Las sanjuaneras, que grupos de dulzaineros, charangas y orquestas tocan sin parar durante las fiestas, son muy apreciadas por los sorianos, hasta el punto de que suelen ser consideradas el máximo exponente de su folclore musical a pesar de las composiciones más tradicionales que hay en la zona y a las que han desplazado.


Traje Regional

El uso del traje regional en las fiestas de San Juan en las mañanas del Domingo de Calderas y del Lunes de Bailas comenzó allá por los años 40 del siglo XX, como reflejan las fotografías de la época. No sería hasta los años 80, cuando se populariza el uso de esta indumentaria. En ambos desfiles se puede observar la fuerte influencia que tiene el traje tradicional de la comarca de Pinares (noroeste de la provincia), sobre todo en lo que se refiere al femenino, puesto que el masculino, por su austeridad y sencillez se asemeja al utilizado en toda Castilla.
El traje de piñorra, propio de Pinares, se compone de medias de lana blanca y botas de paño negro. Sobre las enaguas blancas se coloca una saya o falda de paño rojo, ribeteada con tiras de terciopelo negro. Cubre la saya un delantal negro adornado con bordados, lentejuelas y abalorios. La parte superior del cuerpo va recubierta con un jubón, y sobre él un rico y colorista mantón de merino (lana muy fina), en el que no faltan bordados motivos vegetales o animales. Sin embargo, poco a poco se van rompiendo los esteriotipos, alejándose del traje de Pinares. Cada vez son más las sayas de colores (amarillas, blancas, negras, moradas e incluso verdes) con cintas o bordadas; corpiños descubiertos de raso sin mantones (más propios de Pinares), sin lentejuelas ni abalorios. También se pueden observar corpiños pardos.
El traje de los hombres, más austero, lleva pantalón y chaleco negros o pardos, camisa blanca, medias de punto y albarcas. Suelen llevar un faldellín o faja a la cintura cuyo color suele coincidir con el de la saya de la acompañante (blanco, rojo, morado...).

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